El teclado conocido como “QWERTY” es la configuración más utilizada en los aparatos de escritura. Consta de 102 teclas y fue diseñado y patentado por Christopher Sholes en 1868 antes de venderlo a la empresa Remington. El nombre surge del orden de las primeras seis letras de la fila superior (QWERTY); una distribución que evitaba que las teclas de la máquina de escribir se chocaran entre sí. Adicionalmente, con los caracteres de la primera fila de letras puedes escribir la palabra “TYPEWRITER” (máquina de escribir, en nuestro idioma) que fue el primer equipo para el cual se diseñó un teclado.
Antes del diseño de Sholes las letras estaban ordenadas de manera alfabética; con el teclado QWERTY se facilitó la escritura al redistribuir y separar parejas o grupos de letras que suelen ir juntas. La disposición se basó tanto en el estudio de frecuencia de uso como en el gesto de las manos al mecanografiar.
Aunque el teclado QWERTY original fue ideado por Sholes, pensando en el idioma inglés, cuando el estándar comenzó a comercializarse internacionalmente resultó necesario adaptarlo a otros idiomas, teniendo en cuenta no sólo los caracteres diferentes sino también la frecuencia de letras de cada lengua. La versión en español no varía en la distribución de las letras, pero se agrega la “ñ” y cambia la colocación de caracteres como acentos, puntos y signos de interrogación.
Por su parte, la versión alemana se conoce como “QWERTZ”, donde se invierte la posición de las letras “Y” y “Z”, y la versión francesa como “AZERTY” por sus seis primeras letras. El caso más complicado es el teclado para lenguas asiáticas; la enorme cantidad de ideogramas que tienen el japonés y el chino hace imposible su inclusión dentro de un solo teclado. Una de las soluciones que se implementaron es mantener el alfabeto romance y un software que interpreta la combinación de letras para mostrar en la pantalla los posibles ideogramas que corresponderían a lo que se teclea. Dado que el alfabeto romano es necesario para navegar por Internet (ya que es el que predomina en el lenguaje HTML y en las direcciones URL), en el caso de las lenguas no- romances, lo más habitual es tener una traducción fonética de QWERTY, ubicando las teclas en el mismo lugar que ocupan las letras en la disposición original. Otra solución es mantener los dos alfabetos en el mismo teclado con la opción de alternar de uno a otro con una tecla especial o combinación de teclas.
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